Austria introdujo a principios de año un sistema de ‘fianzas’ de 25 céntimos de euro por cada botella de plástico y lata de aluminio, que busca fomentar el reciclaje y cumplir con las normativas medioambientales de la Unión Europea (UE).
Desde ayer, cada botella o lata sujeta a este sistema tiene un coste adicional de 25 céntimos que se reembolsa al devolver el envase en los puntos de recogida.
El sistema incluirá todas las botellas y latas de entre 0,1 y 3 litros, siempre que estén identificadas con el logotipo del sistema de depósito austriaco y su código de barras sea legible.
Para que los envases sean aceptados, deben estar vacíos, no aplastados, y conservar intacta su etiqueta.
La devolución se realiza a través de unas máquinas instaladas en supermercados, que entregan un recibo canjeable por los 25 céntimos pagados.
En pequeños comercios y locales de hostelería, la gestión del reembolso se lleva a cabo manualmente.
El objetivo del sistema es reciclar anualmente 2.200 millones de botellas y latas y alcanzar así una tasa de reutilización del 90 % para 2027.
Por el momento, los envases con el logotipo que advierte del pago del depósito son pocos debido a un período de transición que permite vender productos sin ese distintivo hasta finales de 2025. Los supermercados desempeñan un papel clave en este proceso, ya que se estima que el 90 % de los envases se devolverán a través de sus amplias redes de tiendas.
Este modelo, inspirado en sistemas similares de otros países europeos como Alemania, prevé que se puedan devolver los envases en casi todos los negocios que los vendan.
A partir del día 9 de enero el Gobierno lanzará una campaña de información sobre los detalles de este sistema, que ha generado críticas en parte de la población, según informa la radio pública ORF. La UE exige que hasta 2029 los países miembros alcancen un objetivo de reciclaje del 90 %, meta que Austria planea cumplir dos años antes.
Las normas
Desde el año pasado todos los países de la UE deben lograr una reducción del 5% de los residuos de envases para 2030 en comparación con 2018, luego una reducción del 10% para 2035 y del 15% para 2040.
• Prohibición de determinados plásticos de un solo uso: A partir del 1 de enero de 2030, se prohibirán tipos específicos de envases de plástico de un solo uso, incluidas las bolsas de plástico utilizadas para frutas y verduras frescas no procesadas, o los envases para alimentos y bebidas consumidos en cafés y restaurantes.
• Envases reciclables: casi todos los envases tendrán que ser reciclables según la nueva normativa. Todos los envases de plástico tendrán que incluir un porcentaje mínimo de contenido reciclado procedente de residuos plásticos. Los países de la UE tendrán que tomar medidas para alcanzar objetivos específicos de reciclado de residuos de envases.
• Sistemas de recogida para el reciclado: Para 2029, el 90% de los envases de bebidas de plástico y metal de un solo uso deberán recogerse por separado, lo que garantizará la eficacia de los procesos de reciclado.