En 2020, la UE generará un 46% adicional de residuos plásticos procedentes del sector eléctrico y electrónico (E&E) en comparación con el año 2000. Los plásticos técnicos son hoy en día el tercer material más utilizado, después de los envases y las aplicaciones en la construcción, y representan el 16% de la demanda total de la Unión Europea. Son ampliamente utilizados tanto en el sector de la automoción como en el de E&E, ya que son más ligeros, más duraderos, ofrecen mayor seguridad y, en general, tienen un mejor rendimiento ambiental en comparación con otros materiales. En consecuencia, los plásticos de ingeniería son el material preferido, sustituyendo a los componentes más pesados y menos resistentes y menos sostenibles. Teniendo en cuenta la creciente digitalización, su producción y utilización seguirán creciendo muy rápidamente.
Esto significa que Europa se enfrentará a una cantidad cada vez mayor de residuos de piezas técnicas de plástico. Las tasas de reciclaje siguen siendo bajas, aunque existen instalaciones y tecnologías para tratarlas y funcionan a escala industrial. Por ejemplo, en 2017 sólo 300.000 toneladas de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) se destinaron al reciclado en instalaciones europeas especializadas, mientras que la capacidad de reciclado necesaria asciende a unos 3 millones de toneladas.
Esto demuestra la urgencia de abordar los retos que estos flujos presentan y de revisar las prácticas obsoletas de gestión de residuos que han dominado anteriormente. Comenta Antonino Furfari, director general de PRE: Hoy en día necesitamos alcanzar el material sin explotar que aún no está plenamente explotado. Esto requerirá un esfuerzo adicional para garantizar las condiciones necesarias para que los recicladores de plásticos técnicos impulsen nuevas inversiones con el objetivo de transformar este material en un producto de alta calidad».
El cambio exigirá la implantación de un sistema de recogida mejorado y ampliado, así como de una infraestructura de clasificación adicional. Estas medidas deben complementarse permitiendo la libre circulación de RAEE en todos los Estados miembros. Un marco legislativo coherente y estable es también un requisito previo para reforzar la confianza de los inversores. Las medidas de la UE deberían conducir a normas armonizadas y equilibradas que aumenten la seguridad jurídica para los criterios de fin de la condición de residuo. Además, los requisitos legales deben permitir la gestión adecuada de las sustancias preocupantes. La certificación a escala de la UE de las instalaciones de reciclado garantizaría la trazabilidad de los residuos y garantizaría las normas más estrictas a las que debe ajustarse un reciclador. La calidad del material de salida de una instalación es clave para su viabilidad y éxito.
El documento de estrategia técnico sobre piezas de plástico de PlasticsRecyclersEurope, ‘El camino a seguir para el sector de la automoción y de los plásticos eléctricos y electrónicos’, desarrolla las medidas que deben tomarse para avanzar en el tratamiento de esta corriente en la UE y presenta la situación actual de su producción y reciclado.
El avance en el reciclaje de piezas técnicas de plástico también dependerá de una mayor colaboración y coordinación de las acciones de los fabricantes de electrodomésticos, los fabricantes de automóviles, los centros de clasificación, la gestión de residuos y los recicladores, que es una necesidad.