Henrique Pacini.
Director de Asuntos Económicos.
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
Tze Ni Yeoh.
Consultor.
Banco Mundial.
Comercio mundial de residuos plásticos (2018). Fuente: Pacini et ál. (2020).
La decisión de China de prohibir las importaciones de la mayor parte de los residuos de plástico y otros materiales de desecho en 2018 provocó una conmoción en todo el mundo.
El gigante asiático venía importando alrededor del 45% de todos los residuos de plástico comercializados a nivel internacional desde 1992, por lo que la nueva política desvió un importante flujo de residuos plásticos a otros países.
También planteó importantes cuestiones sobre cómo comerciamos con los residuos, que conllevan riesgos medioambientales relacionados con los contaminantes y pueden perjudicar a las economías en desarrollo al introducir en sus mercados productos de segunda mano baratos e importados.
En 2019, los países comerciaron con 550 millones de toneladas de materiales usados -como residuos de plástico, metales, productos electrónicos, papel y ropa de segunda mano- por valor de 315.000 millones de dólares.
Dado que la visión de una economía circular global gira en torno a la conversión de los residuos en recursos, la decisión de China pone de manifiesto la urgente necesidad de comprender y supervisar mejor este comercio.
Al reducir la producción primaria, los materiales secundarios (residuos reciclables) ofrecen inmensos beneficios económicos y medioambientales, además de reducir el consumo de agua y las emisiones de CO2.
Las evaluaciones realizadas por la Fundación Ellen MacArthur en colaboración con la UNCTAD han revelado que los principios de la economía circular podrían ahorrarle a China 10,3 billones de dólares para 2040.
El mundo necesita un comercio dinámico de materiales secundarios. La pregunta es: ¿cómo puede hacerse de forma que proteja mejor a las personas y al planeta?
Un análisis en red de los datos comerciales tras la prohibición de China ofrece una importante visión de las complejas relaciones en el comercio de residuos plásticos.
Se necesita una colaboración eficaz entre diversos grupos internacionales para mejorar la gobernanza de los materiales secundarios y promover una economía circular responsable y orientada a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Algunos ejemplos son la enmienda del Convenio de Basilea, que está ayudando a mejorar el comercio de plásticos, así como un grupo de trabajo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) creado recientemente para coordinar la acción mundial sobre los plásticos.
La UNCTAD ha estado apoyando a los miembros de la OMC preocupados por la contaminación de los plásticos en los océanos, y proporcionando asistencia técnica a los países del África subsahariana y del sur de Asia a través de un programa de fabricación sostenible (SMEP) apoyado por el Reino Unido. La UNCTAD también dirige la investigación sobre los sustitutos de los plásticos de un solo uso en el África subsahariana y el sur de Asia.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Banco Mundial también están incorporando estos debates, adoptando un enfoque sistémico que tiene en cuenta la producción y la eliminación.
Los años 2021 y 2022 son importantes para la gestión global de los materiales, que se debatirá en reuniones internacionales como las convenciones de Basilea, Róterdam y Estocolmo, la 5ª sesión de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA-5) y la Conferencia Internacional para la Gestión de los Productos Químicos (ICCM5) del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
El sector privado y la sociedad civil también están respondiendo con iniciativas como la Alianza para Acabar con los Residuos de Plástico y la Plataforma para Acelerar la Economía Circular (PACE). Y los gobiernos están explorando mecanismos como los sistemas de responsabilidad ampliada del productor para promover la economía circular.
La mejora de la gobernanza del comercio de materiales secundarios va más allá de los plásticos. En diciembre de 2020, la OMC creó un grupo de trabajo sobre comercio y sostenibilidad medioambiental que cuenta con el apoyo de más de 50 miembros.
Su objetivo es reforzar los debates en torno a temas como el cambio climático, la economía circular y la protección de la biodiversidad de cara a la 12ª reunión ministerial de la OMC, prevista para finales de 2021.
Fuentes de información como el Portal de Chatham House abren posibilidades de investigación sobre cómo extender las lecciones aprendidas sobre los plásticos a otros materiales.
Aunque se han producido avances significativos en la gobernanza de los plásticos residuales a alto nivel, su éxito depende, en última instancia, de su aplicación. De ahí que las partes interesadas, desde el nivel global hasta el local, deban responsabilizarse mutuamente y trabajar con cohesión para traducir los planes en acciones.
FUENTE: https://www.residuosprofesional.com/mejor-gobernanza-comercio-de-residuos/