Trabajará para la implementación de mejores prácticas que incluyen la prevención y reducción de basura plástica en salvaguarda de los recursos marinos costeros y globales.
La basura plástica tiene un impacto devastador en la vida marina y la salud humana.
El proyecto GloLitter, liderado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO) y la Organización Marítima Internacional, impulsa la disminución del uso de plásticos e identificar oportunidades para reciclarlos para proteger «el frágil entorno marino, las vidas humanas y los medios de subsistencia», afirmó hoy un comunicado de Naciones Unidas, que agregó que Argentina está incluida entre los treinta países asociados a esta iniciativa.
«La basura plástica tiene un impacto devastador en la vida marina y la salud humana. Esta iniciativa es un paso importante para abordar el problema y ayudará a proteger el ecosistema oceánico, así como los medios de vida de quienes dependen de él», dijo Manuel Barange, director de Pesca y Acuicultura de la FAO.
Concientizar a los sectores del transporte y la pesca
La iniciativa ayudará al sector a aplicar las mejores prácticas para la prevención y reducción de la basura plástica marina, incluidos los aparejos de pesca perdidos o desechados, en un intento por salvaguardar los recursos marinos costeros y globales.
También examinará la disponibilidad y situación de las instalaciones portuarias; busca la sensibilización de los sectores del transporte marítimo y la pesca, incluidos los marinos y pescadores.
Meta de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas
«La basura marina es un flagelo en los océanos y en el planeta. Estoy encantado de que tengamos más de 30 países comprometidos con esta iniciativa y trabajando con la Organización Marítima Internacional y la Organización para la Alimentación y la Agricultura para abordar este problema», expresó José Matheickal, jefe del Departamento de Asociaciones y Proyectos de la primera agencia.
También recordaron que el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 14 se compromete a prevenir y reducir la contaminación marina y conservar y utilizar los océanos de forma sostenible. El proyecto busca apoyar esta meta de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
En los próximos meses, los expertos de la FAO y la OMI trabajarán con los 30 países asociados para brindar asistencia técnica y la capacitación apropiada para ayudar a hacer cumplir las regulaciones existentes.
30 países asociados en el proyecto
GloLitter también incluye iniciativas piloto con organizaciones lideradas por mujeres activas en la pesca para reducir el uso del plástico en la actividad, el procesamiento y comercialización de pescado, y para el reciclaje de residuos.
El proyecto -que se llevará a cabo en Asia, África, el Caribe, América Latina y el Pacífico- tiene 30 países asociados para defender «las acciones nacionales que apoyan el Plan de Acción de la OMI para abordar la basura plástica marina de los barcos y las Directrices voluntarias de la FAO para el marcado de artes de pesca».
Además de la Argentina, están incluidos Brasil, Costa Rica, Costa de Marfil, India, Indonesia, Jamaica, Kenia, Madagascar, Nigeria, Vanuatu, Cabo Verde, Colombia, Ecuador, Gambia, Mozambique, Nicaragua, Panamá, Perú, Filipinas, Senegal, Sri Lanka, Islas Salomón, Sudán, República Unida de Tanzania, Tailandia, Timor-Leste, Togo, Tonga y Vietnam.
Mecanismos para la cooperación regional
El Programa GloLitter ayuda a los países en desarrollo a prevenir y reducir la basura plástica marina procedente de los sectores del transporte marítimo y la pesca, e identifica oportunidades para la reducción del uso de plásticos en dichos sectores.
También desarrolla mecanismos para la sostenibilidad y mejora la cooperación regional para apoyar la transición de los sectores del transporte marítimo y la pesca hacia un futuro de niveles bajos de basura plástica marina.
La primera fase de este programa, según la FAO, consiste en un plazo de tres años y medio (2020‑2023) financiado por el Organismo Noruego de Cooperación para el Desarrollo (Norad, por sus siglas en inglés), y abordará las preocupaciones relativas a los aparejos abandonados, perdidos o descartados que constituyen un elemento significativo de la basura marina y afectan gravemente a los hábitats, las poblaciones de peces y otras especies marinas.