El santacruceño Silvio Fernando Romano, junto a tres fueguinos, son autores del proyecto «Gestión circular e inclusiva de residuos plásticos en Tierra del Fuego», elegido por el Banco de Desarrollo de América Latina como el mejor proyecto del país.
El Banco de Desarrollo de América Latina seleccionó al proyecto «Gestión circular e inclusiva de residuos plásticos en la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur» como el mejor de Argentina.
La propuesta, que surgió de un laboratorio de proyectos utilizando la metodología «Design Thinking» en el marco del Diplomado en Gobernabilidad e Innovación Pública de CAF – Banco de Desarrollo de América Latina, es de autoría de Silvio Fernando Romano, licenciado en Gestión Ambiental, magíster en Gestión Sostenible de Residuos y especialista en Economía Circular y Gestión de Residuos.
“Hay una tendencia creciente de generación de residuos”
Romano, docente de la UNPA y director general de Control y Monitoreo Ambiental de Santa Cruz, trabajó junto a Angélica Carrizo Bonetto, licenciada en Ciencia Política y miembro del Directorio Ushuaia Integral SE; Pablo Ariel Cabás, licenciado en Ciencia Política y magíster en Gestión Política – UCC- y en Políticas Públicas – Univ. Austral; y Carlos Luis Hiriart, abogado y escribano, todos de Tierra del Fuego.
Residuos plásticos
Teniendo en cuenta los condicionantes que tiene Tierra del Fuego, como lo son la necesidad de infraestructura, el costo aduanero que implica el envío y la distancia con centros de reciclado, el proyecto propone un ecosistema de reciclado para plásticos en la periferia.
El proyecto «tiene como objetivo incrementar la circularidad de los residuos plásticos en Tierra del Fuego con la finalidad de valorizarlo como insumo para el mercado de la construcción«, precisó Romano a La Opinión Austral.
En este sentido, marcó que: «Hay un problema en Tierra del Fuego que es el mismo que existe en Santa Cruz, hay una tendencia creciente de generación de residuos«.
En Tierra del Fuego «hay una mayor generación de residuos plásticos vinculados a una matriz productiva que se sustenta en una industria electrónica la cual satisface la demanda del país. 9 de cada 10 productos electrónicos salen de Tierra del Fuego».
En este sentido, Romano recordó que se trata de una industria de ensamble, por lo que todas las piezas llegan con su empaque, a lo que se suman los residuos del turismo masivo y de la población, que también está creciendo».
«El plástico que no gestiono bien, termina enterrado o en el mar, por eso propusimos este ecosistema de proximidad. La idea es reciclar todo tipo de plásticos«, señaló y ejemplificó: «Hacer madera plástica como material de construcción para instalaciones como centros de interpretación, cartelería, pasarelas en el Parque Nacional de Tierra del Fuego. Vamos a tener un producto similar a la madera, sin los problemas de la madera».
«La idea es transformar 380 mil kilos de residuos anuales en 13 mil metros cuadrados de madera plástica como insumos para la construcción, pensamos que hay mucha potencialidad. Todo esto para sentar las bases para formalizar un plan de negocios circular y replicable, un modelo de negocios que pueda ser escalado en producción y replicado en otros productos», sostuvo.
Por ser el mejor del país, el proyecto sureño participó junto a los mejores de otros 15 países, del 7 al 9 de febrero en Washington DC, Estados Unidos, de un Bootcamp del Diplomado, durante el cual visitaron Microsoft Innovation Lab, la OEA, el Diálogo Interamericano y el Atlantic Council.
Además, trabajaron en la mejora de los proyectos finalistas a través de la metodología de incubación de «Design Thinking», que les permitió debatir ideas, compartir experiencias, mejorar sus discursos y participar de charlas magistrales impartidas por profesores de la Universidad de Georgetown en liderazgo basado en fortalezas, storytelling, globalización, competitividad y gobernabilidad.